Rompiendo el Hielo: Clases de Salsa con el Profesor de Física.

Desde hace algún tiempo he querido compartir esta dinámica muy particular que yo llevo a cabo y que considero difícil de reproducir. Al inicio de un curso acostumbro adentrarme en las aficiones e intereses de mis estudiantes fuera de lo académico, con la intención de identificar las posibles estrategias que funcionarán mejor al comenzar a cubrir los contenidos de física.

 Para romper el hielo yo les cuento que me gusta ir al cine, ver películas de ciencia ficción o tramas de suspenso, también me gusta bailar y que además de dar clases de física tengo una academia de baile ( Saoco Latino ) y que doy clases de Salsa Casino y Bachata. En este punto todos se impresionan y empiezan a preguntar sobre las clases de baile.

Aprovechando los ánimos me dispongo a encarar la demostración y organizamos el salón, con una celeridad evidente, o salimos al patio o la cancha, dependiendo de la disponibilidad. Hacemos una rueda y comienzo con la demostración. Aquí se evidencia como el querer aprender supera cualquier barrera de orden del aula de clase, y es que la abrumadora mayoría presta muchísima atención a la explicación de los pasos y la estructura del "baile" y, por efecto dominó, de repente todos están inmersos en un nuevo aprendizaje: aprender a bailar.

Lo particular hasta este punto es que no se ha bailado nada, solo he explicado algunos movimientos, los puntos de referencia que se deben tener, el apoyo que debe prestar el caballero hacia la chica, el desplazamiento y recorrido que todos  deben hacer, el ritmo/velocidad de los movimientos y la sincronización con la que todos deben hacerlo. De hecho, estoy explicando conceptos físicos  como movimiento, punto de referencia, punto de apoyo, desplazamiento, distancia recorrida, velocidad y sincronización, de una forma poco convencional y los chicos están aprendiendo y formando conceptos propios sin dictado y sin copiar en un cuaderno.

Lo anterior se realiza sin micrófono, procurando que los estudiantes presten la mayor atención posible a mi voz, que módulo y proyecto de formas acordes a la dinámica. Un Sensei me dijo una vez: "la idea no es que mi voz busque sus oídos, sino que sus oídos busquen mi voz". Y el desgaste se hace menor cuando 20, 40 o 120 estudiantes buscan mi voz que cuando yo fuerza mi voz para que 120 estudiantes me presten atención. Esta dinámica me permite alcanzar niveles de atención en el aula sin necesidad de imponer normas tediosas pero esenciales para avanzar con regularidad .

Esta dinámica me toma aproximadamente 60 minutos, de los cuales ocupo los últimos 10 minutos en poner una o dos canciones y que cada estudiante se demuestre a sí mismo cómo sin saber bailar y nunca haberlo intentado se puede alcanzar excelentes resultados, gracias a la atención prestada y el trabajo enfocado realizado. Esto mismo lo extrapolo a las clases de física, sobre todo cuando un concepto o un problema los abruma: "a pesar de nunca haberlo hecho y parecer super-difícil, con atención y trabajo enfocado puedes lograrlo".

Luego de esto mis estudiantes siguen enganchados a mí como persona y como profesor y yo aprovecho esto para superar barreras en la enseñanza dentro del aula. Particularmente recomiendo hacer algo parecido dentro del aula, con cualquier habilidad especial o afición particular que tenga el docente. Hacer esto es un reto, y vincularlo a una planificación coherente es un reto mayor, pero brinda resultados que marcan un hito especial en la relación profesor-alumno que, con atención y cuidado, permite recorrer caminos hacia metas ambiciosas dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los invito a comentar y opinar sobre este post, asi tendremos una interacción diferente a la habitual y potenciaremos esas clases de física.